jueves, 23 de mayo de 2013

VOCES SILENCIADAS, QUE NO NOS HAN DEJADO ESCUCHAR

No les hemos escuchado. Sabemos de sus vidas y del trato que reciben en Guantánamo por lo que organizaciones internacionales como el CICR nos han acercado.
Es difícil, por no decir casi imposible, imaginar cómo es la vida de los presos del Campo Delta, la base yanqui de tortura en Guantánamo, Cuba. La angustia y el sufrimiento abruman. Allí los presos están detenidos por tiempo indefinido sin recurso a los tribunales; nunca saben cuándo volverán a someterlos a torturas a base de golpes, palizas, interrogatorios, tormento psicológico o humillación. La mayoría de los que allí se encuentran, los capturaron los norteamericanos  durante la invasión a Afganistán y en otras operaciones de "la guerra contra el terrorismo", iniciada por Bush, y los acusaron de ser combatientes de Al Qaeda o los talibanes. Designados "combatientes enemigos", se les han negado las protecciones jurídicas de los prisioneros de guerra.

Carlos Warner, abogado que defiende a 11 de los detenidos en la base, describió las condiciones en las que viven los detenidos como EXTREMAS. "Más de la mitad de los presos del centro de detención tiene el visto bueno del Pentágono para ser transferidos y sin embargo permanecen entre rejas", explicó el abogado. "Sin duda esa situación les deja con la sensación de que la única manera de abandonar Guantánamo es si estás muerto" señalaba el letrado, terminando estas duras declaraciones afirmando "Desgraciadamente, creo que están preparados para dar ese paso".
Wahab ha pasado los últimos 11 años de sus 33 de vida encerrado sin cargos ni juicio en la base naval estadounidense en la isla de Cuba. Desde que inició la huelga de hambre hace más de dos meses ha perdido 20 kilos de peso. Uthman, de 45 años, contó a su abogado como fue alimentado a la fuerza sujetado a una silla de ruedas y cómo vomitó sangre y se quedó inconsciente. "Díganle a mi familia que me perdone si me muero", pidió Wahab. Ambos son ciudadanos de Yemén.

 En el año 2004 el CICR visitó la base y emitió un informe en que se indicaba "a los presos los someten a actos humillantes, confinamiento en solitario, temperaturas extremas y posiciones forzadas, y los hacen totalmente dependientes de los encargados de interrogatorios. Además de someterlos a ruidos y música atronadora de forma continúa, les dan palizas". El informe también señala que estos métodos son más refinados y represivos que en las previas inspecciones de la penal. La conclusión de este informe afirmaba "La construcción de tal sistema no puede ser considerado de otra forma que un sistema de tratamiento cruel, inusual, degradante, y una forma más de hacer tortura".


Los datos hablan por sí solos:
-Detenidos en Guantánamo actualmente: 166
-Detenidos que se enfrentan a cargos activos: 6
-Detenidos aptos para su puesta en libertad inmediata, pero siguen en prisión militar: 86
-Presos de Guantánamo en huelga de hambre: 103
-Presos en huelga de hambre atados y forzados a comer: 30
-Presos que han muerto bajo custodia: 9
-Niños que EEUU ha retenido en Guantánamo: 21
-Detenidos juzgados en tribunales civiles: 1
-Detenidos que no pueden ser juzgados ni "liberados" por falta de pruebas o tortura: 50
-Coste anual para los contribuyentes de Estados Unidos: USD$150 millones

Ante una huelga de hambre que ya ha obligado a que 11 presos sean forzados a alimentarse a través de tubos insertados por la nariz debido a que han sufrido una preocupante pérdida de peso, y otros tres hayan debido ser hospitalizados por deshidratación y están en observación, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) decidió adelantar una visita al centro que en principio estaba prevista para el 1 de abril de este año. Según el portavoz del CICR, Simon Schorno, se ha mandado un par de delegados, "uno de ellos un doctor especializado para que supervise específicamente los problemas de huelga de hambre". Schorno asegura que se tomó la decisión de viajar antes a la isla para conocer de primera mano la situación general y hablar con las autridades de la prisión lo antes posible. Dentro de su política, el Comité de la Cruz Roja no dará a conocer públicamente las conclusiones de su misión de observación, que como es habitual están sujetas a confidencialidad.

Durante años Obama ha culpado al Congreso de EE.UU del fracaso del cierre de Guatánamo, pero la realidad es que han pasado más de 1.500 días desde que Obama se comprometiera por primera vez a cerra la base naval norteamericana. Esta prisión ilegal y repulsiva ha provocado demasiado sufrimiento y ha alimentado grandes divisiones y odios en este mundo. Ya basta.

La última noticia sobre este tema ha llegado hoy. Obama ha dado un empujón más enérgico para intentar el cierre de la prisión ilegal, algo que, según ha reconocido, no podrá conseguirse sin la colaboración del Congreso. En mi opinión, hay dos palabras de este discurso de la noticia que no me gustan, me llevan a pensar que vuelve a ser una causa pérdida la lucha por dar a esos detenidos los derechos que les corresponden. El asunto del apoyo del Congreso es la causa que llevamos escuchando desde que Obama llegara a la Presidencia, por lo que no tendría que ser diferente ahora. Si el Congreso ha logrado cerrar la vía  a través de la cuál poner en marcha el cierre de la base naval norteamericana, lo puede lograr de nuevo ahora. Y por otra parte, la palabra INTENTAR el cierre... no suena a compromiso, suena a palabras vacías sin intención de acción.

El Presidente norteamericano levantó la moratoria para que los presos de Guantánamo puedan ser transferidos a Yemén y pidió al Congreso que ponga fin a otras restricciones legales para el cierre de la cárcel en la base norteamericano de la isla cubana. "No hay justificación, fuera de la política", dijo, "para que el Congreso nos impida cerrar una instalación que nunca debió abrirse". Veremos en que quedan estas palabras, y cuanto tiempo más están dispuestos a aguantar estos presos tratados de forma inhumana, humillante, avergonzante, intolerable y angustiosa.

Elena Herreros Rivas, periodista.

2 comentarios:

  1. !Excelente!.....veremos si esta vez va en serio y lo cierran definitivamente. Es una vergüenza para la humanidad.

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    1. pues sería lo correcto y debería ser innecesario, porque nunca se debió abrir esa base para instaurar una prisión en la que los allí encerrados no tienen el trato q les corresponde de prisioneros de guerra, con los derechos que ello lleva aparejado. Se merecen un trato digno, así como un respeto a sus derechos.

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